Gene Stupnitsky es el encargado de dirigir «Chicos buenos», un largometraje estadounidense producido por Universal Pictures, Good Universe y Point Grey Pictures.
Esta película protagonizada por tres jóvenes Max (Jacob Tremblay), Lucas (Keith L. Williams) y Thor (Brady Noon) trata sobre el paso del colegio al instituto, de cómo estos 3 chicos quieren aparentar ser más mayores. En su centro escolar Max es invitado por el grupo de chicos y chicas populares a la «fiesta del beso» y este decide que quiere ir acompañado de sus dos amigos. Lo único que tiene que hacer es portarse bien para que sus padres lo dejen ir.
Las cosas empiezan a torcerse cuando intentando aprender a dar un beso, acaban espiando a unas vecinas adolescentes con el dron del padre de Max, que tenían prohibido usar ya que lo usaba para trabajar. Este acontecimiento dispar les lleva a verse envueltos en una serie de accidentes confusos, llegando incluso a conseguir drogas, beber alcohol y dejar de hacer lo que les gustaba hasta ahora.
La película tiene buenos puntos de comedia durante casi toda la trama, pero es cuando llega el final cuando llega la parte dramática o más seria y emocional. Está protagonizada por niños, pero puede servir perfectamente para ver en familia, cómo enseñanza. El mensaje es claro. No tienes porqué dejar de hacer lo que te gusta para sentirte más mayor, y mucho menos meterte en problemas de violencia, drogas o alcohol. La única cosa en la que creo que sí tienen razón es la parte en que dicen que las amistades van cambiando según avanza nuestras vidas, que nadie, o casi nadie se queda con las amistades que tenía de pequeño.
Bueno, si queréis ver una comedia «dramática» algo absurda a veces, os recomiendo que la veáis.
Calificación: 7 / 10
Ana García