Dani de la Orden ha realizado un remake de la versión francesa «La wedding planner» y ha dirigido este 2020 este filme ‘Hasta que la boda nos separe’ que está protagonizado por Belén Cuesta, Álex García y Silvia Alonso acompañados de Adrián Lastra, Antonio Dechent y,Mariam Hernández entre los papeles más cercanos a los protagonistas.
Marina (Belén Cuesta), quien tiene una agencia de matrimonios, conoce a Carlos (Álex García) en una de las bodas que ella organiza con su agencia, y en la que ambos acaban acostándose. A la mañana siguiente, Alexia (Silvia Alonso), la novia de Carlos, se encuentra una tarjeta con el nombre de Marina y el de su agencia y Carlos, por miedo a que descubra su infidelidad, le propone matrimonio en ese instante.
Lo que empezó con un desliz de una noche se convierte en la peor pesadilla primero para Marina, a la que la pareja le pide que organice su boda y a raíz de esta nueva relación con ellos dos, descubre que Alexia era aquella niña de su clase que le hacía bullying y animaba a sus compañeros a que la siguieran. Esto le hace mal a Marina y se toma la venganza con la organización poniendo a prueba a Alexia con sus miedos. También, aprovecha que Carlos decide seguir con los planes de la boda por no ser capaz de decirle la verdad a su novia, para vengarse de alguna forma.
Marina, ya sin ánimos de fastidiar, le rompe inoportunamente los dientes a Alexia con un tapón de corcho de vino y en su viaje express a Madrid para arreglárselo, la infidelidad del comienzo se vuelve a repetir. Aquí ya hay una pequeña diferencia. Aunque no lo reconozcan con el otro, cada uno se está dando cuenta de que se está enamorando, pero no lo quieren reconocer públicamente.
El desenlace de la historia transcurre como se lo espera el espectador, aunque quizá se alarga un poco para que esto ocurra. Me refiero a la escena de la boda con Alexia, que es ahí donde se descubre la otra historia de fantasía o lo que viene a ser lo mismo, de amor. Yo pensaba que este desenlace iba a llegar antes de que se plantaran en la boda, así que por ese lado me ha sorprendido.
En general, el guion de la historia – bueno la adaptación – me parece muy bien desarrollado. La forma de presentación entre los personajes me gusta mucho y otra cosa que destaco, no solo del guion, sino del elenco protagónico, son las escenas en las que la protagonista verbal es la ironía y la sinceridad. Adrián Lastra también suma muchísimo en sus escenas.
Álex García demuestra una vez más su buen trabajo actoral en el cine y además, logra transmitir muy buena química con Belén Cuesta, con quien ya ha trabajado en otras películas como ‘Litus’ y que también juega muy bien su papel.
Una de las escenas más divertidas en mi opinión es la de la reunión con el representante del grupo de música interpretado por Jordi Sánchez y todo lo que acontece después. En esta vemos al representante hablando con Marina y Carlos y pensando que ella es la novia, les hace un test para saber si realmente están enamorados. Aquí es uno de los puntos donde surge la sinceridad de la que hablaba antes. El representante le ofrece un porro a Carlos y cuando llega a casa le termina de afectar por completo. Esta parte de comedia entre Álex y Belén en la que él termina cayendo al suelo, termina en la habitación de él con una conversación seria, pero a la vez mantienen el tono cómico que habían comenzado hace unos minutos. Hasta que surge la pasión del amor. Justo en esta segunda infidelidad, me he fijado en la música, y es que en lugar de haber elegido una música romántica o lenta para la escena de sexo, se ha optado por algo más rítmico y con más fuerza, lo que hace más interesante de ver y da dinámica y rapidez a los planos grabados.
Para haber tenido poco presupuesto de rodaje en esta película, Dani de la Orden y todo el equipo artístico y de producción han conseguido hacer un perfecto trabajo estético, visual, sonoro y sobre todo, muy bien representado. Hasta que la boda nos separe es una comedia hilarante que trata el tema de la infidelidad desde el lado cobarde por no reconocerla, y más cuando se acaba convirtiendo en un amor de verdad. Con tonos sarcásticos y con una mezcla de espontaneidad -realmente la hay, el director cuenta que hay mucha improvisación- y franqueza. Si os gusta una buena comedia del cine español y ver la química entre estos dos protagonistas, os recomiendo que la veáis.