«La ciudad de las estrellas (La la land)» o su título original «City of stars (La la land)» es una película estadounidense que se estrenó en 2016 y está dirigida por Damien Chazelle.
Tengo que reconocer que me ha costado verla de continuo, y que cuando la empecé a ver se me hizo aburrida. Pero me ocurrió solo durante la primera media hora, ya que apenas hay contexto y es todo un poco raro en cuanto a la narrativa de la película. Después de esa media hora, me empezó a gustar bastante.
A pesar de que está dentro de la categoría de películas musicales, a mí no me lo ha parecido tanto. He visto películas musicales con mucha más canciones que las que tiene esta. Esta cinta se centra un poco más en la trama de la historia de Mia, una joven aspirante a actriz que trabaja como camarera mientras acude a castings, y Sebastian, un pianista de jazz que se gana la vida tocando en sórdidos tugurios. Cada uno aspira a una meta en su ámbito profesional y es este motivo lo que hace desarrollar la historia a medida que avanza la película.
Mia empieza a tener suerte con las pruebas de casting y es escogida para trabajar como actriz, y Sebastian quiere montar su propio local abierto para todo el público donde se pueda disfrutar del jazz, pero tienes problemas económicos para conseguirlo, y comienza trabajando con un compañero del colegio en su banda para conseguir los medios.
Estos acontecimientos hacen que su relación amorosa no pueda seguir unida y deciden tomar rumbos separados. Si hay algo que me ha gustado muchísimo es el montaje de la narración con mezcla de imágenes de lo que estaba sucediendo realmente con lo que podría haber pasado si hubieran seguido juntos.
El personaje de Mia está encarnado por Emma Stone y Ryan Gosling interpreta a Sebastian. Los dos actores consiguen demostrar que sus personajes tienen química y otra cosa que destaco, aparte obviamente de las partes musicales donde demuestran sus dotes de baile y canto, son las escenas en las que sin diálogo logran que el espectador perciba sus sentimientos con el otro personaje. Los primeros planos también ayudan y no olvidemos la música de fondo.
Seguramente muchos ya la hayáis visto en el año de su estreno, pero siempre podéis volver a disfrutar viéndola de nuevo y si no lo habéis hecho aún, os la recomiendo. Es una cinta entretenida, con música y bailes improvisados, pero no en exceso, haciendo más amena la historia sin olvidarse de la trama de los personajes. El vestuario de los bailarines en las escenas de coreografía también me ha gustado mucho, hace más colorida e interesante al conjunto de la película. Y la actuación tanto de Emma Stone como de Ryan Gosling me ha parecido impecable, limpia y muy sutil.
Calificación: 9 / 10
Ana García