Guillermo Ríos Bordón dirige la película «Solo una vez», un drama en el que Laura, una psicóloga del servicio de atención a mujeres que sufren violencia de género atiende a una pareja que nunca ha puesto los pies en un centro como este. Eva y Pablo acuden a sus citas, él ha recibido una denuncia por una serie de malentendidos, pero afirma con contundencia no ser ningún maltratador. A su vez, la psicóloga es acosada hace algunas semanas por el marido de una de sus pacientes.
Marta Buchaca escribe esta historia dramática sobre cómo tratar psicológicamente un caso de violencia de género en ambas personas, el que lo sufre y el que lo realiza. Álex García («Litus», «Antidisturbios») y Silvia Alonso («Hasta que la boda nos separe») forman esa pareja de Eva y Pablo. Este, acude a su primera cita con Laura (Ariadna Gil) a solas, y después lo hará Eva. Así transcurre la mayor parte de la película, viendo las sesiones individuales de ellos con Laura, a quién le van contando sus emociones y la situación vivida por la que han llegado allí.
La historia contiene mucho diálogo, cosa más que entendible, pero tratándose de un tema tan delicado también ha sido muy importante las emociones que transmiten los actores en cada momento. Tanto que, sin pensarlo, puedes llegar a caer en su mentira. Y eso significa que han hecho perfectamente su cometido como actores y director, en este caso.
Más allá del tema de la violencia de género, se trata de ver exactamente cómo se gestiona, como se asimila y como se reconoce uno mismo en esa situación. Los juegos utilizados por la psicóloga para tratar de saber lo que piensan sus pacientes hacen la historia más interesante, ya que el espectador empieza a pensar lo mismo que opina la psicóloga. Por otra parte, también este filme sirve para entender y ponerse en el lugar de una persona que trabaja en centros donde se trata la violencia de género. Laura sufre el acoso de un hombre que parece ser el marido de una de las mujeres que atiende, y este realiza amenazas más personales, por lo que la tensión crece por este motivo y con el tema Eva-Pablo.
Aunque se trata este asunto, se hace con mucho cuidado. Existe perfección en cada gesto, en cada palabra y en cada imagen que se muestra. Saben donde tienen o no que alimentar determinadas escenas para darle riqueza y cómo hacerlo.
Destaco el trabajo de los 3 protagonistas, pero ver a Álex García nuevamente en un proyecto con un personaje tan complicado de interpretar y de digerir mentalmente, me parece una maravilla y un reto que no sé si será casualidad, pero que lo convierte en uno de los mejores actores españoles en este tiempo.
El filme para mi gusto cumple su objetivo, explicar y tratar de empatizar con el otro para averiguar porque actúan así y reconocer los actos de uno. Una historia de una pareja con un caso de violencia de género tratado meticulosamente y con mucho detalle, en la que juegan un papel muy importante las emociones que transmiten los actores. Está en los cines desde el 11 de junio así que ya podéis ir a verla, que os va a hacer reflexionar sobre el tema en cuestión.