Sinopsis
En septiembre de 2014, el joven surfista Álvaro Vizcaíno (Alain Hernández) se encontraba buscando la ola perfecta en Fuerteventura cuando sufrió un terrible accidente. Tras precipitarse por un acantilado en una de las zonas más inaccesibles de la isla, se queda atrapado con la cadera rota y múltiples heridas. Así, lo que parecía una nueva jornada deportiva, se acaba transformando en 48 horas de agonía y miedo, en las que tendrá que enfrentarse a la naturaleza y a sus propios demonios para lograr sobrevivir.
Crítica
Una decepción total y absoluta, ya que tenía interés en disfrutar de esta película basada en un hecho real y que cuenta la experiencia de un surfista atrapado en una zona de acantilados en la isla de Fuerteventura durante 48 horas. Todo el film es fallido desde el inicio hasta el final. Pronto pierdes el interés, la empatía hacia el náufrago e incluso la tensión. En las primeras escenas definitivamente nos dibuja un personaje adusto, serio, solitario, egoísta, de pocas palabras que pretende disfrutar de las mujeres sin compromiso.
Nos invita de esta manera a no crear un vínculo con este personaje y su posterior aventura trágica. A partir de ahí se suceden los desmanes, intercalando realidad con ensoñación sin tener ninguna continuidad en el relato y por supuesto ninguna credibilidad. Nos enteramos tarde que sufría una lesión en la cadera que le impedía andar, ya que daba la sensación que lo único que le preocupaba era un pequeña herida en su mano, que sin saber la razón, se anudó con la camiseta(imagino que para enseñar su cuerpo), el personaje se arrastraba sin sentido por la arena de la playa, se tapaba con papel plata, hacía un agujero en el suelo ,desconozco el motivo, dibujó un SOS ,que difícilmente se puede entender que lo consiguiera hacer, ya que en su arrastre dejaba un camino que no aparecía en las letras, y sobretodo mantenía un rictus inexpresivo durante todo el metraje con gritos de dolor desacompasados. Por si esto fuera poco, el rescate se hace con la imagen sumergida en el agua un tanto inverosímil, ya que aparecen de la nada y un buzo le recoge del fondo del mar. A todo este improperio de absurdeces se une la historia de amor que no tiene ningún sentido ni aporta nada a esta pésima película rodeada de unos inexpresivos actores y que lo único que se salva, y evidentemente es más mérito del entorno que de la fotografía, es el maravilloso escenario de Fuerteventura.
Lo que más lástima produce es que el argumento daba sin duda para una película entretenida y emocionante, y que lo que he visto es una lamentable sucesión de acciones inverosímiles, un actor que no transmitía ninguna empatía y una película ,sin duda, que pasará a la historia de lo que pudo haber sido y no fue.
CALIFICACIÓN 1/10
Óscar Encarnación